Radio
OPINIÓN . Qué quieren realmente las audiencias de Radio? Escribe Horacio Barrios
Recuerdo que hace varios años, un ex director de Radios me dijo que las audiencias no saben lo que quieren, y llegó a esta conclusión luego de conocer un estudio de audiencia en el que se preguntaba qué clase de programas querían escuchar en su Radio.
La respuesta fue que los oyentes demandaban producciones de contenidos que abordaran la cultura… Chan!
Bien, con este dato se armó una programación cuya parilla era abundante en contenidos sobre cultura tal como lo habían solicitado…Resultado? La Radio no era escuchada prácticamente por nadie y consecuentemente perdió audiencia…. En qué quedamos??
Se interpretó mal el mensaje de la audiencia? O realmente no sabían lo que querían, o bien pedían ese tipo de contenidos para quedar bien y pasar por “gente culta? Nadie lo supo.
Hoy con la hiperfragmentacion se hace más complejo interpretar el mensaje de los públicos ante tanta oferta de contenidos, pero trataremos de hacer una lectura de algunas demandas de esas audiencias de acuerdo a estudios realizados en otras latitudes.
Si hablamos de los mas jóvenes, a éstas no les interesan los contenidos que ofrecen las Radios tradicionales como la Radio por antena (algo que no es entendido por los programadores) y esto es analizado como uno de los motivos por los cuales se puede explicar en parte del alejamiento de cierta audiencia, porque no sintonizan con las necesidades de los actuales consumos.
Además, hay algunas características en el discurso de los medios (Radio) sobre los jóvenes, la manera de tratar los temas relativos a ese colectivo por parte de algunos comunicadores, contribuyendo a la brecha que hoy existe entre esos medios y los oyentes de ese target.
Ej: Como abordaron los comunicadores de algunas Radios argentinas la toma de los colegios secundarios en la Ciudad de Buenos Aires? Cómo esos comunicadores trataron a los estudiantes que salían al aire explicando los motivos por los cuales realizaban la medida de fuerza?
Los epítetos y la descalificación hacia esos grupos en los medios, contribuyeron al divorcio entre la Radio y los más jóvenes.
De este modo, los medios (Radio) van reforzando la “estabilidad” del mundo adulto y por el contrario, reafirman la inestabilidad del mundo juvenil.
En cuanto a las audiencias más “adultas” no hay una significativa contribución al mejoramiento del relato mediático, por el el contrario, solo demandan más calidad en los contenidos. Y estos se relacionan con el entretenimiento y la información.
Algunos programadores de Radios insisten con recetas perimidas hace décadas convencidos de que son efectivas pero cuyos resultados no son medibles ni cuantificables.
Apostar a las cadenas como en los años 30 no suma comercialmente aunque puede sumar un exiguo porcentaje de oyentes en el interior del país sobre todo en aquellas comarcas donde no hay un medio que se identifique con su audiencia local. Será una Radio más, entre tantas que ocupan el espectro radioeléctrico.
En aquella etapa de la historia, las cadenas eran necesarias ante la falta de servicios de radiodifusión en el interior del país, eso sumaba tanto en audiencia como comercialmente, simplemente porque se abrían mercados.
Los mismos métodos que dieron resultados en aquellos tiempos con otro tipo de públicos, no responderá efectivamente en este siglo de la tecnología.
Una lectura posible, es “estamos en una encrucijada y no sabemos cómo salir, por lo tanto probamos de todo”… O la falta de creatividad y talento para hacer una Radio más adaptada a estos tiempos que corren con una audiencia cada vez más exigente y con mayor cantidad de herramientas tecnológicas para el consumo de audio.
Escribe Horacio Barrios
Periodista e investigador de Radio