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RADIO / BROADCAST

OPINIÓN . La Radio es vulgar? Es el espejo de la sociedad? Por Horacio Barrios

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Malas Palabras

Analistas en comunicación, aseguran que los medios son el espejo de la sociedad, así como también lo son las expresiones artísticas de una época, de un recorte de la historia…

Con la información disponible se puede hacer un “cuadro” de la situación de esas sociedades que pueden estar atravesando por un proceso de crisis de valores, de identidad y pertenencia, entre otras y que se ve reflejada en esas expresiones artísticas.

La Radio es arte, consta de géneros tanto periodísticos como musicales, los programas son parte de esa expresión artística y que escuchamos por las diferentes herramientas analógicas y digitales.

Todo lo que pasa en lo cotidiano en sociedad, son expresiones de los integrantes de esas sociedades y que impactan en los medios, en este caso la Radio, y vuelven a la sociedad de la que salió.

Podemos decir hoy, que la Radio argentina es vulgar? Veamos algunos antecedentes.

En la década de 1930 se profesionaliza la actividad en Radio, conductores/animadores, periodistas, locutores y operadores.

Trabajar en ella era un privilegio que muy pocos tenían, y llegar a actuar en sus salas más aún… (Radio El Mundo, Radio Nacional, etc). Pero todo evoluciona.

Recordamos a colegas que iban a la Radio vestidos de traje. Y cuando se dirigían a la audiencia lo hacían con un enorme respeto, buscando las mejores palabras y las más dignas expresiones para no ofender a sus oyentes. Tenemos innumerables casos en la historia.

La vulgaridad estaba castigada, prohibida, había que dirigirse con educación y respeto a quienes sintonizaban la Radio porque podía verse afectada la imagen de la empresa radiofónica, ensuciado su prestigio.

Esto “duró” hasta promediar los años 2010… Qué pasó? La sociedad entró en crisis de valores, lenguajes, comunicación?

Es probable. Pero también cambió la forma de comunicarse, para “llegar más cerca del oyente”. Tal vez un oyente tan vulgar como sus comunicadores y tan poco educados como ellos.

Hoy no dejamos de escuchar a “prestigiosos” comunicadores en “prestigiosas” Radios que no paran de maldecir, desde hijo de p*  hasta la con*  de tu hermana, van desde carajo, mierd*, cagad*, soret* Hasta las primeras expresiones más cargadas de intención…

La Radio educaba, formaba… La audiencia adopta el lenguaje de la Radio, es decir de sus comunicadores… Y llegamos a esto.

Los directivos, a los que les gusta que los llamen CEO’s,  no ponen límites a las expresiones de carácter soez que impactan directamente en los oyentes que en muchos casos, rechazan la nueva “ola” expresiva, cotidiana y carente de criterio y de respeto hacia ellos.

Malas Palabras

Pero también habla del tipo de Radio que hacen. Insultos, improperios, acusaciones infundadas, descalificaciones hacia las ideas y pensamientos diferentes al propio, intolerancia y hasta estupidez, es lo que abunda en la actualidad en el aire de la Radio argentina.

Prospera la improvisación, la falta de conocimiento y formación de esos comunicadores que a duras penas y con mucho esfuerzo, arman una idea o concepto y al que llaman “pensamiento”.

El buen gusto está de luto. Ha muerto, o lo han matado en la Radio argentina.

Actores frustrados, abogados sin ejercicio, locutores que se autoperciben periodistas, todos vomitando sus impotencias y frustraciones a través de las groserías que van a impactar en la audiencia.

Nuestra Radio está en crisis desde hace varios años, agudizada en los últimos. Es habitual escuchar un insulto al presidente de turno, a un funcionario, empresario, a un sector de la sociedad, etc.

No digo que la Radio de hace 40 años era mejor, aunque sí que lo era al menos en este aspecto. Había respeto por el oyente y por la Radio misma como organismo vivo transmisor de expresiones culturales, de multiplicadora de esas culturas, espejo de las sociedades.

El prestigioso colega paraguayo, Benjamín Fernández Bogado, quien además de periodista es abogado y uno de los escribas que redactó la Constitución de su país, plantea volver a las fuentes. Adhiero.

Aporto que hay que limpiar toda esa hojarasca y escoria que hoy ensucia el aire de la Radio, gestionar con respeto hacia quienes nos escuchan, producir contenidos con profesionalismo, lo que implica seriedad y responsabilidad.

El insulto, la “puteada” gratuita, la acusación, el desmerecimiento, descalificación, el juzgamiento hacia los demás, no suman. No aportan. Solo hablan de una sociedad en plena crisis de comunicación y  que se ve reflejada en los medios que más consumen.

Noticieros que no dan noticias, comunicadores que no comunican, periodistas que no hacen periodismo… Y locutores/as que parecen salidos de una cloaca… Estamos en el mundo del revés?

Las nuevas generaciones no parecen interesadas en esa radio, pero tampoco la radio se interesa en ellas, porque no les habla a ellas… Que esperamos?

Las nuevas generaciones de comunicadores, los mas jóvenes, no pueden ver como ejemplo lo que he descrito, eso no es comunicar ni hacer Radio, no lo hagan, no los imiten, busquen otros referentes, los que respetan a los demás, los que tienen valores y que no necesitan del insulto para transmitir una idea.

Hagamos un cambio, hagamos Radio, enseñemos, gestionemos a verdaderos profesionales.

Escribe Horacio Barrios
Periodista e investigador de Radio

 

 

 

 

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