El Reuters Institute, adscrito a la Universidad de Oxford, ha publicado esta semana su reporte Digital News 2023 con un apartado específico para los Podcasts de noticias firmado por el periodista e investigador asociado Nic Newman.
El estudio, que se realiza desde 2012, se basa en 93.000 encuestas digitales que buscan ser representativas de los consumidores de noticias digitales de 46 países de los cinco continentes.
En líneas generales, la edición de este año refleja un crecimiento muy leve del consumo de Podcasts (del 29% en 2018 al 34% en 2023), mientras el consumo de noticias se mantiene estable con una ocupación del 12% del tiempo de conexión a Internet.
El informe hace una descripción muy precisa y generalizada del oyente de Podcasts en general: mayor penetración entre hombres, jóvenes de 18 a 35 años, de nivel educativo alto y buenos ingresos económicos.
Por ese motivo, se señala que es un mercado pequeño, pero con un potencial muy interesante para productores por su gran valor comercial.
La escucha de Podcasts de noticias más alta se registra en Estados Unidos (19%), mientras España (14%) y Argentina (9%) muestran números inferiores. Al analizar los diferentes formatos de Podcasts de noticias, las entrevistas de actualidad en formato extendido son las más mencionadas.
Los documentales informativos o las rondas de noticias breves se encuentran más abajo en las preferencias.
El estudio señala algo muy interesante al identificar la escucha de Podcasts noticiosos fuera de Estados Unidos: las Radios, y en especial las corporaciones públicas en la Europa Nórdica o el Reino Unido, tienen gran capacidad para instalarse bien alto en los rankings de consumo, por encima de shows o podcasts originales.
Esto se observa también en la penetración que tienen en la escucha general las plataformas de emisoras públicas en estos mercados.
El valor de la marca tradicional de Radio parece ser muy fuerte aún para el consumo de Podcasts en general –y de noticias en particular– en países con esta tradición dentro de sus sistemas de medios.
Casi la mitad de las chicas y chicos menores de 24 años que acceden a Internet en Estados Unidos son oyentes de Podcasts; así se desprende del estudio sobre hábitos de consumo de este medio por parte de la Generación Z publicado por la compañía de investigación de audiencias Edison Research y el grupo de Radio y audio digital SXM Media.
24 millones de jóvenes han escuchado –al menos– un Podcasts en el último mes, y 7/10 consultados dicen haberlo descubierto a través de clips en redes sociales.
En los últimos cinco años se constata un aumento del 57% de la audiencia joven, aunque el dato más relevante es que quienes dedican más horas a la escucha semanal empezaron a oír Podcasts cuando eran adolescentes(57%).
Comedia, entretenimiento y true crime son las categorías de contenido más escuchadas en Estados Unidos por la Gen-Z, un comportamiento que no difiere de las tendencias en otros mercados.
Más de la cuarta parte (28%) escucha Podcasts a diario, mientras que casi 3/4 (71%) lo hacen con periodicidad semanal.
Buena parte de los oyentes de Podcasts (44%) se definen como ‘creadores de contenidos’, una de las características más distintivas de la generación nativa digital -en 1979 el sociólogo estadounidense Alvin Toffler acuñó el concepto prosumidor –combinación de productor y consumidor– para referirse a quienes producen lo que ellos mismos consumen.
Podemos decir que el Podcasting es a la Generación Z lo que la Radio fue para la Generación X (los nacidos entre 1965 y 1980).
Es curioso observar que los chicos que más tiempo dedican a oír Podcasts son quienes empezaron a consumirlos siendo más pequeños (el 57% empezó en su adolescencia); en realidad, no es extraño: si preguntamos a padres o abuelos que se mantienen como oyentes de Radio, sus experiencias con el medio también se remontan a cuando eran niños o adolescentes.
Las preferencias de la Generación Z redefinen la naturaleza del formato: para 7/10 jóvenes un Podcasts no es un archivo de audio, sino que incluye vídeos, es decir, que el Podcasting satisface una demanda más visual que sonora, algo que termina por diluir el principal rasgo del producto.